viernes, 28 de septiembre de 2012

Vacaciones mentales modo off


Sil, va por ti, catalizadora mía;)

Tras dos meses y medio de silencio, debido y querido, vuelvo  con ganas y un poquito de miedo (seguirá la misma gente con aquí? habrá habido un cataclismo y yo no me he enterado?).  Dos meses de silencio.

Dos meses en los que he intentado desconectar mentalmente de todo lo que me sobraba, intentar pensar con claridad. Porque me estaba empezando a llenar de mierda de nuevo.

Puntos kaka que me llevaron intentar tomarme las vacaciones mentales:


- Mi nuevo trabajo no es, para nada, como yo me pensaba. Temas que no deberían estar polítizados lo están siendo hasta límites absurdos. Y con esto no desvelo nada, ya sale en las noticias. Pero cuando te afecta directamente al papel que estás escribiendo...hay cosas por las que no pasas. Y quien me conoce en persona sabe que soy testaruda y cabezota hasta el extremo, jefes incluidos, cuando sé que no debo hacer algo. Consecuencia? Berrinche.
A parte de tener que viajar más de lo que quisiera. Nada del glamour que parece que tiene desde fuera.

- La situación de crisis social global  (porque esto ya no es sólo económico o político) que vivimos. Punto más alto de mi indignación? Hay muchos. Los decretazos de julio, los oidos sordos del gobierno durante todos estos meses...pero si tengo que elegir uno:  El 25 S. Por supuesto. Qué no habréis oido ya de ese día. Yo estuve ahí, lo ví, me indigné. Sin comentarios, que me enciendo y empiezo a soltar sapos y culebras.

- Yo misma y mi mecanismo. Porque no termino yo de encontrame en este 2012, año kaka por excelencia. Nop. Aunque sin duda estoy mejor que a principios de año, cuando me embargó esa ola de pena tonta, que estaba para que me diesen un par de ostias besos.
A ésta lo que le falta es un buen polvo, dirán algunos.
No exactamente, contesto yo.
Nop. No es un buen polvo. Aunque de eso nunca sobra. Hace unos meses (tantos ya? sip) tuve un momento cougar, que se ha prolongado en el tiempo (post en borrador, como otros 15..). Divertido, pero ya.
Es otra cosa. Es la patata. Quiero que se me despierte la patata, que está en coma profundo y no hay Dios que la despierte.
Menos mal que mientras tanto, teniendo la experiencia que ya se tiene, en estas temporadas de patata cocida, se intenta evitar el acelguismo por aquello de no oxidarse.

Total, que decidí tomarme vacaciones mentales. No pensar, desconectar, dejar fluir...y convertirme en algo más pasivo que otra cosa, a ver si de esa manera el año mejoraba.

Vacaciones mentales.

Lo conseguí?

Mis huevos.

No he desconectado. Mi runrun sigue en la cabeza y es que, después de intentarlo, asumo que la pasividad no va conmigo. El "no pensar" en ello a ver si se arregla por ciencia infusa....como que no. Se me revuelve el culo en el asiento. Porque no soy pasiva (en nada, conste en acta;)). Aunque intente lo contrario, me levanto contra lo que no me gusta, actúo por conseguir lo que quiero (aunque me de leches) y muevo Roma con Santiago por algo que me preocupe.
El problema es la frustación que siento al no conseguir ciertas cosas o al ver que no pueden cambiarse.

Así que opto por tomármelo con filosofía. Volver a la ironía que tanto me ayuda. Y seguir luchando. Que me lo pide el cuerpo.

Y chica... que me lo paso canica en la batalla. ¡Para qué lo vamos a negar!

Pues eso: vacaciones mentales modo off.

Y musiquita. Que hoy es viernes.